La inclusión de personas con discapacidad en diferentes espacios e instituciones sociales se encuentra en el centro de las agendas públicas (Fawcett, 2016). El interés por esta población se deriva de los avances que han hecho diversos movimientos sociales y académicos que buscan visibilizar los procesos de exclusión y marginalización que frecuentemente viven (Mertens, Sullivan, & Stace, 2011). De esta manera, el modelo social de la discapacidad quiere resaltar que, si bien una alteración en el funcionamiento puede generar restricciones personales, la discapacidad se crea por la interconexión de barreras culturales, políticas, sociales y contextuales que resultan hostiles (Oliver & Barnes, 2010). Así mismo, el modelo se relaciona con la propuesta de los estudios de niños con discapacidad (Curran & Runswick-Cole, 2014), en los cuales se propone no sólo analizar las barreras estructurales ligadas a la discapacidad, sino la posibilidad de agencia de ellos en sus diferentes...